Juicio a los Responsables de la Represión en La Rioja

Ex presos políticos, Organizaciones sociales y de Derechos Humanos Independientes.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Audiencia N 18: 10 y 11 de Diciembre de 2015

DIARIO DEL JUICIO ORAL Y PÚBLICO
Megacausa La Rioja
(Responsables de la Represión en La Rioja)



Audiencia N 18: 10 y 11 de Diciembre de 2015
Se inició la Audiencia cerca de las 17 hs. y luego de dar lectura por parte de Secretaria sobre resoluciones dictadas por el Tribunal, se dio a conocer el nombre de los dos testigos: Juan Manuel Garrot y Anibal de la Vega.
El compañero Juan Manuel Garrot inició su testimonio detallando que día 22 de agosto de 1976 hubo un allanamiento en su casa en Chilecito (él se encontraba estudiando en Córdoba): “Mi familia me contó que llegó personal de gendarmería a cargo del alférez Eduardo Britos y preguntan por Juan Garrot (…) mi padre le dice que él es Juan Garrot y comienzan a pegarle (…) al aclararse que me buscaban a mí, le dicen que debía presentarme ante el juez Roberto Catalán (…) cuando vamos con mi padre al Juzgado Federal, luego de hacernos esperar un buen rato nos atiende el juez y dice que estaba por averiguación de antecedentes, que me quedara tranquilo (…) Al salir del Juzgado ya estaba personal del Ejercito esperándonos y nos trasladan hasta el Regimiento. (…) se presenta Miguel Goenaga y le dice a mi padre que se retire que me iban a hacer algunas preguntas (…) luego me trasladan al IRS y me ponen en un calabozo.”
Cuenta que: “un día viene el alférez Britos con otros gendarmes y me dice que le dijera a dónde están las armas de los curas o si no me iba a pasar lo mismo que a Wenceslao Pedernera” (laico asesinado el 25 de julio de 1976).  Al relatar cuando lo llevaron en una oportunidad al galpón de tortura acusa al imputado Miguel Ángel Chiarello: “él me recibe, me venda los ojos, me ata las manos para iniciar el interrogatorio, con golpes y gritos”.  También detalló cuando le dan la libertad y lo vuelven a detener: “El 16 de noviembre del 76 me comunican la libertad y me traen a la comisaría 1°, donde toman mis datos y ya siendo la noche me dejan en libertad (…)  Como yo no conocía donde estaba comienzo a caminar  y me levantan en la esquina en un auto Ford verde que venía a contramano (…) Venía gente de civil que me encapucha y me llevan a un lugar que no conocía”.
Manifiesta que el día 17 de Octubre del 77 aparece en la cárcel de La Rioja y lo llevan a una celda de donde lo sacan a la tarde y le vuelven a decir que firme su libertad: “me hacen subir a un auto y me llevan hasta Córdoba (el sub teniente Molina) y vamos al Tercer Cuerpo del Ejército, como no me reciben en ese lugar, me dicen: “Mire amigo, sino lo reciben lo tendremos que matar porque tenemos que volver a La Rioja con el auto vacío”.
Se refirió con mucho dolor a lo vivido en el campo la Ribera donde estuvo hasta fines de Noviembre del 77: “Estuve en un calabozo atado, vendado e incomunicado (…)una noche  llega un patota a mi celda y viví lo que para mí fue muy duro y peor que las torturas recibidas (…) sufrí una violación lo mismo que otro compañero que estaba en la celda de al lado”.
Cuenta el traslado nuevamente a la cárcel de La Rioja responsabilizando a dos de los imputados, Miguel Goenaga y Ramón Roberto Rearte, los dos pertenecientes al Ejército: “me sacan vendado y atado desde el campo «La Ribera» y me llevan  al 3° Cuerpo del Ejército (…) luego me suben a un auto donde estaban Goenaga y Rearte quienes me traerían a la cárcel de La Rioja”. También nombra y responsabiliza al médico del Ejército Leonidas Moliné, al cura capitán Pelanda López, a Luis Videla de la Policía, a Nicolás Granillo (imputado en esta causa) al gendarme Jesús Ledesma y a Juan Carlos Romero de la Policía de la Provincia. En su detallado testimonio nombró a los compañeros traídos como rehenes de guerra, la visita de la Cruz Roja, de las compañeras Graciela  Bofelli y Beti Pedernera que estaban con sus bebés.
También contó cuando fue trasladado con un grupo de compañeros a la cárcel de Devoto en el año 78: “a mí me llevan hasta la cárcel de Ezeiza desde donde salgo en libertad vigilada el 26 de junio de 1979. (...) Debía presentarme todas las semanas en gendarmería de Chilecito y pedir permiso si tenía que irme a cualquier lugar, esto duró hasta el año 1983” Por lo relatado por el compañero Manuel queda demostrado el intercambio de fuerzas entre los campos de concentración de las provincias y la sistematización de las torturas, de los atropellos.
Luego de un cuarto intermedio, a las 19,30 Aníbal de la Vega dio su testimonio. Contó que fue detenido en Catamarca el día 24 de Marzo de 1976. El 4 de octubre es sacado de la cárcel, junto a otros 25 presos más, y luego de varias horas de permanecer tirados en el piso de unos vehículos finalmente son subidos a golpes a un avión Hércules del Ejército y trasladados hasta La Rioja, donde suben a 62 presos más. De la Vega relató que por los golpes se le había bajado la venda y eso permitió ver al "pié del avión a dos personas de civil". Uno era Catalán y lo reconoce porque a los días los visita en la Cárcel de Sierra Chica. Resalta que la relación de los militares era fluida con el sector civil de la Justicia. Sale en libertad a fines del 77.
En la Audiencia del viernes, luego de la lectura de una resolución dispuesta por el Tribunal sobre los testigos que faltan, comenzó su testimonio el compañero Juan Domingo Ocampo. Contó de la persecución que sufrió toda su familia y que estuvieron más de cinco días custodiados en su casa de Villa Unión por personal de Gendarmería ya que buscaban a su hermano Jacinto. Finalmente Jacinto Ocampo fue detenido el 25 de  septiembre por personal del Ejército y Gendarmería llevándolo a la Comisaría de Villa Unión y al día siguiente trasladado a la cárcel de La Rioja.
Al referirse a su detención: “Me detienen el 28 de abril del 79 donde fue personal de la policía nombrándolo al imputado Miguel Ángel Ramacioni, quien lo golpea en el interrogatorio. Al preguntarme si conocía a Pancho Aldana (compañero desaparecido) y al decirle que si me dijo que me iba a pasar lo mismo a mí (…) que me iba a hacer desaparecer (…) luego me llevan a una celda”. Después es trasladado a la cárcel de La Rioja donde está unos 10 días y lo vuelven a trasladar a Villa Unión y luego a Chilecito. Luego de un interrogatorio y careo lo dejan en libertad porque no había pruebas para acusarlo.
Responsabilizó al imputado Catalán: “Roberto Catalán le dijo a mi hermano Jacinto mientras estuvo detenido que le ofrecía su libertad si él le entregaba las tierras (tierra de propiedad  de la familia Ocampo, y que los Catalán querían usurpar)”. Con mucho dolor contó que  después de estas detenciones y persecución junto a su madre y hermanos tuvieron que emigrar a San Juan hasta que volvió la democracia y regresaron  a La Rioja a luchar por  recuperar sus tierras.
Fue un testimonio con mucha fuerza y mucha dignidad donde quedó claro como quienes  tienen el poder  avanzan sobre los sectores más desprotegidos
El próximo jueves 17 y viernes 18 son las últimas Audiencias que serán retomadas nuevamente en el mes de febrero.


Entre todos lograremos que se haga Justicia, tu presencia es importante, las audiencias son públicas!
Juicio y castigo! 
¡Cárcel común y efectiva!
Verdad, Justicia y reparación histórica!
Ex presos políticos, Organizaciones sociales y de Derechos Humanos Independientes.




No hay comentarios:

Publicar un comentario